Apreciado por la estructura gustativa que es capaz de dar a cualquier receta, el vinagre balsámico tiene un sabor realmente ecléctico, que lo hace perfecto tanto para maridajes importantes como para preparaciones rápidas y sin pretensiones.
Descubriéndolo poco a poco, ya no podremos prescindir de él para elaborar risottos cremosos de sabor redondo y postres frescos o apetitosos. Perfecto para platos gourmet, se utiliza preferentemente cuando los platos están cocinados, para no desperdiciar el rico patrimonio de sabores y aromas que lo hacen único.
Nuestro vinagre balsámico es especial, ya se nota por su profundo color púrpura, y es el resultado de años de experimentación que continúan hasta hoy. El proceso de producción es largo y la maduración en barricas, que antes albergaban nuestro vino Indelebile, es indispensable para obtener la especial sensación de sabor que lo distingue. Nuestro vinagre es poco ácido, más bien dulce y muy agradable al paladar. No contiene azúcares añadidos y se elabora únicamente con uvas de la variedad Ancellotta, característica que lo hace extremadamente digerible y apreciado tanto por los jóvenes como por los mayores.
Su acidez, muy limitada, nunca resulta invasiva y lo hace perfecto con verduras frescas, carne y, por qué no, incluso fruta.
El vinagre balsámico puede utilizarse crudo o añadirse después de cocinar, sobre todo si se utiliza para realzar el sabor de la carne roja, el pescado a la parrilla o el cerdo.
Unas gotas bastan para dar sabor a los platos y enriquecerlos con su inconfundible color púrpura intenso. Le recomendamos que lo pruebe en un risotto con queso parmesano, ¡quedará encantado!
Comments