La ancellotta es una uva con un alto contenido en polifenoles, tanto que incluso su pulpa tiene un color intenso.
A pesar de la elevada presencia de antocianos, da lugar a una uva muy delicada que sufre con la presencia de oxígeno, por lo que los entendidos la llaman "uva blanca muy roja".
La predisposición enológica natural del vino elaborado con uva ancellotta es expresar frutos rojos y un sabor tendente a la neutralidad, característica que lo ha convertido en un poderoso aliado de quienes lo embotellan: La ancellotta está presente en los vinos italianos más renombrados, ¡pero no se lo digas a nadie!
De ella nace, entre otros, el Rossissimo, que se utiliza en bajos porcentajes para dar color a los vinos que carecen del tono correcto de rojo.
La vid Ancellotta no está muy extendida en Italia y encuentra su mayor expresión en la provincia de Reggio Emilia y en la de Módena, aunque en Romaña, así como en las Marcas y en zonas limitadas alrededor de Arezzo, da una bonita diversificación de productos, aunque sin volúmenes significativos.
Las características de esta vid son la escasa fertilidad de las yemas y la baja productividad, en comparación con vides como el Lambrusco.
La hoja tiene una morfología que la hace inmediatamente reconocible.
La Ancellotta es particularmente sensible a los ataques de mildiu; la gestión de esta adversidad requiere una atención considerable, sobre todo cuando se utiliza el método de cultivo ecológico, por lo que es importante intervenir con prontitud para prevenir la enfermedad y obtener así un producto organolépticamente superior.
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